Cada año, entre el 20 y 21 de marzo, el hemisferio norte celebra el equinoccio de primavera, una cita para renovar las energías. Así como esta estación hace florecer a los árboles y activa la polinización de las plantas, los humanos también buscan esa mudanza interior. Te presentamos algunos lugares para ir a cargarte de la energía de la renovación.
1. Chichén Itzá, Yucatán
En esas listas de las cosas que debes hacer antes de morir debería estar presenciar el equinoccio de primavera en esta zona arqueológica. Los mayas diseñaron un juego de luces y sombras natural que hace un efecto óptico en el que parece que una serpiente baja por una de las esquinas del templo de Kukulcán. Es un espectáculo imperdible, incluso para los escépticos de las buenas vibras.
2. Peña de Bernal, Querétaro
Es el tercer monolito más grande del mundo y se le atribuyen propiedades energéticas. De hecho, se dice que los habitantes de Bernal son muy longevos por su cercanía con la peña. Suele realizarse todo un festival en torno al equinoccio de primavera donde hay un desfile, grupos artísticos, culturales, encendido del fuego nuevo y cadena humana.
3. Dzibilchaltún, Yucatán
Los mayas aquí diseñaron un espectáculo solar inolvidable. Durante el equinoccio, a través de las puertas y ventanas del templo de las Siete Muñecas se aprecia cómo la silueta del Sol va avanzando hasta posarse justo detrás del edificio. Dicho momento les indicaba a los mayas el cambio de estación. Esta ciudad se localiza a apenas 21 kilómetros al noreste de Mérida.
4. Las Labradas, Sinaloa
El 19 y 20 de marzo se realizará en esta ciudad prehispánica el Festival del Equinoccio de Primavera, en el que participarán las principales etnias del estado. Exhibirán bailes prehispánicos, conferencias, hallazgos recientes, muestra gastronómica, juego de ulama (de pelota) e instalarán telescopios para observar el cielo.
5. Xochicalco, Morelos
Este sitio arqueológico fue un importante centro de monitoreo astronómico. De hecho, hay una cueva llamada El Observatorio que le daba la oportunidad a los astrónomos de observar los movimientos del Sol. Especialmente durante el equinoccio de primavera, la cueva recibe un rayo de luz único, mismo que llena de luminosidad el entorno provocando efectos sorprendentes de luz.