A escala récord la precariedad laboral en junio

México. – Durante el segundo trimestre del año el entorno laboral del país continuó mostrando signos de deterioro.

Por un lado, la tasa de desempleo repuntó a 3.5% como proporción de la Población Económicamente Activa (PEA), mientras que el empleo precario alcanzó un récord al registrar una tasa de 19% como proporción de la población ocupada, de acuerdo con mediciones desestacionalizadas que informó el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

El desempleo se mantiene en nivel bajo en perspectiva histórica, lejos de la tasa de 5.7% alcanzada durante el tercer trimestre del 2009 –año de crisis económica–, pero la tasa de 3.5% en abril-junio es la más alta para un periodo similar desde el 2016 (3.9%) y representa un aumento de 0.2 puntos porcentuales respecto del segundo trimestre del 2018. En tanto, la tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO), que mide a las personas que se encuentran ocupadas en las categorías de empleo más vulnerables por el tipo de jornadas laborales y sus salarios, dio un salto considerable al pasar de 15.1% de la población ocupada a 19% del segundo cuarto del 2018 al segundo trimestre del 2019.

La TCCO incluye así a las personas que se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos. Se trata de personas que trabajan menos de lo que quisieran, ganan muy poco o trabajan mucho con muy bajas remuneraciones.

“Se trata sólo de una de las definiciones de precariedad laboral, porque además de jornadas largas y bajas remuneraciones habría que considerar las personas que carecen de seguridad social”, afirmó Javier Galán, profesor del posgrado de Economía de la UNAM. De este modo, si la definición de precariedad se ampliara, se obtendría que el número de mexicanos en empleos precarios sería aun mayor, dijo.

De acuerdo con los resultados trimestrales de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) reportados por el Inegi, la subocupación laboral, es decir, el porcentaje de la población ocupada que tiene la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le permite, también creció, de 7% a 7.6% de la población ocupada.

“No se trata de un fenómeno de este gobierno, sino de una tendencia iniciada en el gobierno pasado como efecto colateral de la formalización del empleo”, explica Galán Figueroa, al referirse al hecho de que cuando muchos empleos se formalizaron el sexenio pasado lo hicieron bajo condiciones precarias –principalmente bajos salarios– para compensar el costo que acarrea la formalidad laboral (como pagos de seguridad social).

Al 30 de junio pasado en México la población ocupada fue de 54 millones 936,719 personas y, de acuerdo con la TCCO medida al cierre del periodo, en el país existen casi 10.4 millones de personas trabajando en condiciones de precariedad laboral. Una de cada cinco. En otra arista de la ENOE, el Inegi reportó que, en el segundo trimestre de este año, todas las modalidades de empleo informal sumaron 30.9 millones de personas (56.3% de la población ocupada). En abril-junio el número de desocupados en el país fue de 2 millones 14,496 personas, cifra mayor en 156,336 respecto del mismo periodo del 2018.

Con información de El Economista.

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