MÉXICO.- A simple vista pareciera que poco o nada tienen en común un colibrí y un murciélago. La ciencia dice lo contrario.
Ambos son esenciales para el desarrollo ecológico y económico del planeta.
«Los murciélagos son probablemente de los animales más injustamente maltratados del mundo (…) nadie hace más por nuestro bienestar día a día que los murciélagos», dijo Rodrigo Medellín, investigador del Instituto de Ecología, UNAM.
Durante más de tres décadas, Rodrigo ha estudiado a estos animales considerados en el México prehispánico como los encargados de llevar el alma de los muertos al más allá.
«Los murciélagos tocan nuestra vida de diversas maneras, si hoy te pusiste cualquier prenda de algodón o si te comiste cualquier producto de maíz o si consumiste cualquier chile, frijol, arroz, te tomaste un café, te tomaste un té, estás conectado con los murciélagos porque son los depredadores de las plagas agrícolas más importantes de todos esos productos y muchos más», dijo el experto.
Los murciélagos también son encargados de polinizar plantas ecológica y económicamente importantes, como el agave para producir mezcal o tequila.
«Cuando nosotros pensamos en un desierto mexicano, inmediatamente nos imaginamos esos cactus columnares espectaculares. Esos cactus columnares son polinizados por murciélagos».
Y es que la idea de que todos los murciélagos se alimentan de sangre es errónea. Por ejemplo, de mil 300 especies que existen en México sólo tres son hematófagos y de estos, sólo uno cruza camino con el ser humano.
A esta lista de polinizadores se suman los colibríes.
«Los colibríes se alimentan en el 90 por ciento de néctar. ¿Qué es el néctar? pues es una sustancia que producen las plantas en sus flores para atraer a los colibríes (…) la única forma en que una planta pueda juntar los gametos masculinos con los femeninos y llevar a cabo su reproducción sexual es que alguien la visite», afirmó María del Coro Arizmendi, investigadora en la FES Iztacala (UNAM)
En 2014 esta investigadora junto con otro grupo de científicos de la UNAM crearon el primer jardín para colibríes. Hoy ya suman más de cinco distribuidos en la zona metropolitana del Valle de México.
«Un jardín puede ser una macetera, una macetita en un balcón o un jardín monumental (…) porque nos parece una alternativa para que los humanos podamos restituirle algo a los colibríes que ya les hemos quitado», señaló la investigadora.
Desde hace varios años, ambos investigadores junto con otro grupo de científicos de Estados Unidos y Canadá son miembros de la Iniciativa Norteamericana para la protección de los Polinizadores, con el fin de proteger y evitar el exterminio de abejas, mariposas, colibríes y murciélagos.
En entrevista con Paola Rojas, la especialista en educación y comunicación ambiental Alejandra Alvarado Zink, maestra en ciencias de la UNAM, habló sobre la importancia de estos animales.
«Tenemos muchísimos insectos. Dentro de ellos son las abejas, los escarabajos, también las lagartijas nos ayudan a polinizar. (…) Esta parte es importante porque uno dice ‘para qué es importante la biodiversidad, para qué es importante los animales’ y simplemente nuestra alimentación o que si queremos salir de vacaciones pues ese paisaje tan hermoso (…) se deben a la ayuda de estos animales».
Justo por la relevancia que tienen, la experta dijo que es fundamental cuidar a estos animales «cuidando el ambiente». En este sentido, se refirió a la posibilidad de instalar más azoteas y paredes verdes.
«Cada vez que vamos a hacer más casas, más ciudades, hay que construirlas de una forma más sustentable. (…) Puedes poner plantas que tengan flores, plantas que atraigan a los animales para beber el néctar, para llevarse el polen (…) eso nos ayuda a tener más plantas», agregó.
Con información de Noticieros Televisa