México. – A diferencia de las grandes obras del sexenio pasado, las empresas no se limitarán a construir y entregar, sino que acompañarán durante la concesión.
La construcción del Tren Maya, que costará 150,000 millones de pesos, se fundamentará en contratos de servicios por 30 años que serán adjudicados en licitaciones públicas y los consorcios interesados en los siete tramos de infraestructura del trayecto deberán contar con “fuertes socios financieros para soportar su vigencia”, porque incluirá el mantenimiento de la obra realizada, afirmó el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons.
Cada segmento requerirá una inversión de 23,000 millones de pesos y los ganadores no podrán obtener más de uno.
En otras licitaciones a cargo del Fondo se adjudicará la fabricación de los trenes, la administración comercial y la operación del tren (que tendrá una extensión de 1,500 kilómetros y quedará bajo la rectoría total del Estado).
Se prevé que durante el primer semestre del presente año se publiquen dichas licitaciones, por lo menos de cuatro tramos (que incluyen renovación de vía o colocación de nueva, terracerías, cambio de balastros, durmientes, rectificación de curvas) y a la par se concluirán todos los estudios requeridos, entre ellos: el proyecto ejecutivo en su totalidad y el relacionado con el impacto ambiental.
Así, en el 2020 iniciarán los trabajos intensivos de construcción y en diciembre del 2022 se pretende comenzar con las operaciones comerciales de pasajeros, turismo y carga.
Actualmente Fonatur, que para el presente año tiene recursos presupuestales de 5,800 millones de pesos, realiza con su propia infraestructura pequeños trabajos de obras inducidas y limpieza de algunas zonas.
“Tenemos un grupo de abogados con nosotros que han hecho trenes en Europa. Es una variante de asociación público privada. El objetivo es que ofrezcamos una subvención: el ganador del concurso tendrá un tramo de 1,200 millones de dólares y le daremos de inicio 10% como aliento de la inversión, luego pagaremos mensual o trimestralmente por los trabajos realizados (capital, intereses y mantenimiento)”, comentó en entrevista.
Con dicho mecanismo, Fonatur busca evitar moches, sobrecostos, pagos adicionales por vicios ocultos y, sobre todo, cumplir el compromiso de transparentar todos los procesos. También se contratará a una empresa certificadora de procesos para dar seguimiento de los trabajos y manejo presupuestal.
En el caso de 15 estaciones del tren, donde ya se tiene claro el desarrollo económico y ecológico que habrá en su entorno, aún se analiza la manera en que se asignarán al sector privado (solamente en el caso de la ubicada en el aeropuerto de Cancún estará a cargo de Asur).
Con información de El Economista.
