Ayudó a morir a su esposa; ahora podría pasar 10 años en prisión

MUNDO.- Ángel Hernández es un hombre que ayudó a su mujer a morir, en España. Ella sufría de una enfermedad degenerativa. Hoy, Ángel, podría pasar 10 años en prisión, pues la eutanasia es ilegal en aquel país.

 

Ángel difundió un video narrando cómo sucedieron los hechos. En las imágenes se observa el momento en que llama a la Policía para anunciar que había ayudado a su mujer a quitarse la vida. Éste fue el diálogo que sostuvo con una mujer:

Mujer: “Llama por María José”

Ángel Hernández: “Sí, María José, bueno pues que ya estaba muy harta de su situación, porque estaba sufriendo mucho y ha decidido suicidarse”.

Mujer: “Lo siento mucho, ¿ha sido ahora mismo?”

Ángel Hernández: “Sí, en esta mañana”.

Mujer: “Vaya”.

Ángel Hernández: “La he ayudado yo a suicidarse, porque ella no podía con las manos y yo le he prestado mis manos”.

Ángel concedió una entrevista a Yolanda Fernández, corresponsal de Noticieros Televisa.

La besé, le dije que era muy valiente”, dijo.

En el momento de ayudar a su mujer, Ángel le preguntó si estaba segura de que quería morir.

Ángel: “¿Estás decidida?”

María José: “Sí”.

Ángel: “Pues adelante”.

Durante la entrevista con Noticieros Televisa, Ángel expresó cómo ha vivido luego de haber ayudado a su esposa a morir.

«Todavía estoy afectado. Yo le dije que cómo había estado mucho tiempo con ella, muchos años cuidándola, ese momento tan difícil que era para ella y para mí no la iba a dejar jamás”.

Ángel todavía recuerda entre lágrimas la decisión más dura de su vida: cumplir con la voluntad de su mujer, María José Carrasco, enferma de esclerosis múltiple en fase terminal.

«Quería morir porque es que estaba realmente sufriendo. No solamente sufriendo porque se puede sufrir sin dolor por su estado, pero ella tenía dolores y sufría además”, dijo a la corresponsal.

María José tenía 62 años y hacía 30 que le diagnosticaron una enfermedad degenerativa, de la cual conocía su final. Por ello, reiteró en múltiples ocasiones su deseo de morir.

En las imágenes grabadas por Ángel se aprecia un diálogo con su esposa:

Ángel: ¿Sigues con la idea de que quieres suicidarte?

María José: “Sí”.

Ella misma lo intentó 20 años atrás cuando todavía la enfermedad la permitía utilizar sus manos. En aquel entonces fue Ángel quien se lo impidió. La encontró al llegar del trabajo agonizando tras ingerir una fuerte cantidad de barbitúricos. La reanimó y ambos llegaron a un acuerdo.

«Yo voy a estar contigo hasta que ya no puedas y entonces yo me comprometo a ayudarte a morir, si no hay todavía una ley que lo haga, yo te ayudaré a morir”, recuerda Ángel durante la entrevista con Noticieros Televisa.

Ángel solo puso una condición: no esconderse y autoinculparse de ello, para que la suya no fuera una muerte más por falta de una ley que regule la eutanasia en España.

«Nada de clandestinidad. Yo tengo que reconocer que te he ayudado. No por ti ya porque tú vas a dejar de sufrir, pero si por las personas que están ahí y están sufriendo”, señala Ángel.

La muerte asistida es ilegal en España. Los suicidios se ocultan bajo la intimidad del hogar. Es difícil conocer su cifra exacta, pero se estima que son miles de personas las que se encuentran en la misma situación que María José.

«La horquilla sería de 4 a 16 mil personas, finalmente pedirían, morirían de forma voluntaria”, dice Fernando Marín, vicepresidente de la asociación “Derecho a morir dignamente”.

Ángel fue el primero en reconocerlo y grabar en video la dureza de tener que suministrar a un ser querido en fase terminal y abocado a morir, un fármaco letal, comprado en el mercado negro, para no alargar su sufrimiento.

«A mí me pueden echar hasta diez años de cárcel por haberle el dado el medicamento, yo. Hasta diez años”, dice

Corresponsal: “Y ¿tú lo sabías?”

Ángel: “Hombre, claro y mi mujer y lo habíamos hablado”.

Él mismo llamó y entregó a la Policía todas las pruebas de lo ocurrido.

«Estaban un poco descolocados, estaban muy descolocados. Estaba además la Policía científica muy nerviosa porque querían descubrir algo en casa que ya estaba demostrado que lo había hecho yo. No se sabía lo que quería, no se sabía”, recuerda.

Había mostrado con mi mano izquierda el líquido y con mi mano derecha la pajita con la que se lo daba”, agrega.

En la actualidad está en libertad provisional a la espera de juicio, acusado de cooperación al suicidio.

«Ya hay algún jurista, de bastante prestigio, que defiende que el acto que cometió Ángel es impune, porque por encima de esa pena, está la obligación moral de no permitir una situación degradante que se asemeja a la tortura”, explica Fernando Marín, vicepresidente de la asociación “Derecho a morir dignamente”.

Ángel no tiene miedo a las consecuencias y asegura que no se arrepiente de lo que hizo. Lo peor es retomar su vida sin María José.

«Difícil, muy difícil. Pero ha sido mejor así, prefiero llorarla, a que sufra… prefiero llorarla, a que sufra”, dice al borde de las lágrimas.

Más del 80 por ciento de españoles, según los últimos sondeos, respaldan la eutanasia. Una promesa electoral del reelegido presidente, Pedro Sánchez.

 

Con información de Yolanda Fernández / Foto: Noticieros Televisa

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