MUNDO.- El trastorno de ansiedad es la enfermedad de salud mental más común en el país, pues al menos el 14 por ciento de los mexicanos lo padece, según el Instituto de Neurociencias, Investigación y Desarrollo Emocional.
Puede afectar a hombres y mujeres por igual, y se puede presentar a cualquier edad.
Los síntomas son muy claros: tener miedo de manera inexplicable, estar en alerta permanente y tener una sensación de desasosiego.
«Era algo que estaba totalmente fuera de mi control, era un llorar todo el tiempo, todo el día, al mismo tiempo de llorar, era una tristeza que sentía que me envolvía y una combinación entre angustia, miedo, pero no podía ponerle ni siquiera ese nombre. Dejé de comer como dos semanas (…) funcionaba para lo elemental que era llevar a mis hijos a la escuela, recogerlos y fuera de ese tiempo estaba llorando y triste y mal», dijo Pamela Salinas Parra.
Pero el síntoma más evidente, es el trastorno de pánico, que se manifiesta con una repentina sensación de terror sin una causa aparente, que puede ir acompañada de temblores, sudoración excesiva, arritmias cardiacas, respiración acelerada y molestias abdominales.
«Era como una permanente sensación de que algo malo va pasar, algo malo va a pasar, pero ¿por qué te sientes mal? ¿estás enferma? Algo terrible está a punto de pasarme», señaló.
Pamela recibió el diagnóstico en enero del 2017. Tomó tratamiento psiquiátrico, así como ansiolíticos y antidepresivos.
Desde entonces, no ha sido fácil para ella aprender a vivir con ansiedad. Y peor aún, con el estigma que sigue siendo hoy en día padecer un trastorno mental aun cuando es más frecuente de lo que uno pudiera imaginar.
«El estigma es mucho, es muy fuerte, pesa mucho. Al principio no hablaba de eso y después lo curioso, ya cuando medio pude salir como a respirar agua a la superficie, es empezar hablar con otras personas y yo también tuve eso, o mi prima, o sea, resulta que entonces todos en mi entorno o lo habían padecido o lo padecían. Entonces por qué nadie habla de esto. Nos sentiríamos menos rotos y menos descompuestos todos, si todos dijéramos a mi también me pasa», concluyó.
Pamela ahora sabe que la ansiedad no se cura. Dejó los medicamentos y prefiere tomar terapias alternativas como flores de bach, la respiración controlada y hasta el tejido.
Hoy en día la ansiedad ya no la paraliza, aunque sabe que puede regresar en cualquier instante, por cualquier motivo.
El entrevista con Paola Rojas, el neurocientífico Eduardo Calixto explicó qué es un ataque de ansiedad y por qué ocurre.
«Es un cerebro que está sobreinterpretando, que busca y se focaliza solo en una solución, busca culpables y al mismo tiempo le genera un cambio en la adaptación de la realidad que por momentos no nos escuchan, podemos estar hablando con ellos y te dicen que sí y en minutos hacen exactamente lo contrario».
Sobre cómo identificar a una persona con un ataque de pánico, dijo:
«Cambia inmediatamente la respiración de la persona, lo vemos cómo empieza a hiperventilar, el movimiento de las manos se puede hacer desde el temblor hasta el congelamiento, hay una fijación de la mirada muy fuerte y lo más interesante es que todo es una posible amenaza».
Para ayudar a una persona en una situación así, el experto pidió acompañarle, respirar juntos y, de ser posible, recurrir a un abrazo.
Con información de Noticieros Televisa