MÉXICO.- La preocupación se les nota a distancia. Ni las mascarillas que portan logran ocultar la tristeza en sus rostros. Son al menos una veintena de familiares de personas bajo sospecha de portar Covid-19 que se encuentran internadas en el área de infectología del Hospital La Raza y esperan los informes de medio día acerca del estado de salud que guardan sus seres queridos, quienes ingresaron por presentar todos los síntomas propios de la enfermedad y alguna complicación respiratoria severa.
“Cuando uno pregunta por las pruebas dicen que no hay, que van a tardar como siete días. Siete días, ¿en serio? En siete días se muere mi paciente, es injusto”, dijo un joven que se negó a revelar el nombre y parentesco del familiar que ayer ingresó al hospital capitalino.
Sentada, en la jardinera frente al hospital, también se encuentra Linda, una mujer adulta de 40 años que relata una historia similar:
“No hay test clínicos y mi hermana está intubada desde hace tres días. Ahorita los médicos nada más me dicen que su condición de salud está empeorando”.
Martín, que ha pedido mantener su identidad anónima, espera el informe de salud de su hermana de 24 años. Claudia —como le llamaremos—, dio a luz hace apenas un mes, pero tuvo que ser hospitalizada desde el sábado al presentar síntomas severos de obstrucción respiratoria.
“Desde que ingresó la aislaron, pero hasta ahorita es hora que no nos dan los resultados; no sé si la están atendiendo como se debe por su enfermedad, es diabética. Dicen que puede ser coronavirus, pero como no han llegado los resultados de las pruebas, pues no sabemos.
Primero me dijeron que en 48 horas, luego que tardarían hasta siete días porque los laboratorios están saturados”.
Yolanda, por su parte, tiene prácticamente un mes viviendo afuera del hospital y aunque su paciente no es portador del virus, es testigo de cómo se han incrementado los casos sospechosos de la nueva cepa.
Los pacientes por posible coronavirus han aumentado considerablemente en La Raza, específicamente en el área de infectología que, a partir de la fase 2 de la contingencia, se reconvirtió para recibir a pacientes sospechosos.
Dentro del área de infectología de La Raza se ha reportado la muerte de tres personas que puede tratarse de pacientes con coronavirus, pero no está confirmado.
Se trata de Édgar ‘N’, un empleado del área call center de Aeroméxico; Rodrigo ‘N’, enfermero y la subdirectora de infectología del propio centro. Sin embargo, las autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) han negado que se trate de muertes a causa de la bacteria.
Situación completamente distinta a la de Raúl ‘N’, de 53 años, enfermero de La Raza que falleció el domingo pasado por coronavirus. Según personas cercanas al caso, el fallecido enfrentaba problemas de hipertensión y diabetes, además de un problema renal crónico que, aunado al virus, le provocó una falla multiorgánica. El último lugar en donde trabajó dentro del hospital fue en el área de terapia intensiva respiratoria.
Dentro de esa área, afirman los compañeros, se les paga un concepto por contagio, ya que ahí reciben pacientes graves todo el tiempo.
Raúl tuvo dos trabajos: en el IMSS por las noches y otro cuidando a la hija de una médica española quien se presume le transmitió el virus; hacía muchas guardias en el hospital por las tardes y las mañanas.
Según compañeros, días antes de fallecer tuvo contacto con los niños del pabellón nueve de hematología pediátrica, la mayoría inmunosuprimidos, y con enfermeros que laboran los tres turnos. Después de su muerte, prácticamente todos han sido enviados de incapacidad por 15 días como medida de prevención para evitar contagios; no obstante, todavía no se sabe qué pasará con los niños que tuvieron contacto con él.
Con información de Milenio