MÉXICO.- Los «Dog Tores», de la Fundación «Owen», se especializan en terapias de movilidad para niños con alguna discapacidad.
En el 2006, Márgara Bravo creó la Fundación «Owen» que comenzó a trabajar con madres de niños con discapacidad múltiple y severa, ya que no contaban con un programa de rehabilitación.
“Cuando nosotros nos empezamos a involucrar con niños que tienen un tipo de discapacidad o alguna enfermedad como puede ser el cáncer pues estos perros se vuelven más allá de una terapia con perros, se vuelven unos compañeros por que los motivan a que hagan ciertos ejercicios físicos”, afirmó la presidenta de la fundación.
Los ejercicios que realizan los «Dog Tores» son dirigidos para lograr ciertas metas.
«El niño aunque tenga una parálisis cerebral o aunque tenga un cáncer y que esto haga que pierda la movilidad y el niño piense que no puede con el perro no hay pierde”, destacó Bravo.
Actualmente la Fundación ‘Owen’ cuenta con nueve «Dog Tores», pero se espera que la cifra aumente próximamente sobre todo para ayudar a niños con diferentes discapacidades o cáncer.
El entrenamiento de los «Dog Tores» dura 18 meses y comienza a los cuatro meses de edad. Generalmente son perros de criadero.
El cuidado de los animales es primordial.
“Los perros son estos seres maravillosos que absorben el dolor y hay mucha energía que tienen los pacientes, por ejemplo, con cáncer que hay mucho sufrimiento llegan los niños deprimidos por eso cuidamos a nuestros perros, entonces ya sabemos cuánto tiempo es la terapia con estos niños, de qué forma”, indicó.
La asociación busca apoyos y voluntarios para extender sus programas y seguir ayudando a más personas.
El siguiente reto para los ‘Dog Tores’ es realizar terapias en hospitales de la Ciudad de México.
En entrevista con Paola Rojas, Márgara Bravo habló sobre el trabajo que realiza la fundación.
«Somos una escuela de entrenamiento de perros de asistencia en sus cinco tipos. Ayudamos a gente con cinco tipos de discapacidad: visual, motriz, auditiva, de alerta médica y para niños con autismo. Felices de la vida que nuestra pasión que son los perros, que puedan ayudar».
Adal Islas, quien es entrenador de perros, detalló que cuando los animales de la fundación están trabajando en alguna terapia deben portar un chaleco, por lo que la gente no puede acariciarlos.
«Es importante que entendamos que los perros en el modo en el que están, que traen su chaleco, que están con un usuario están en situación de trabajo y cualquier distracción puede hacer que el usuario entre en un riesgo. Es importante que todos respetemos, que no toquemos, que les demos espacio para que ellos trabajen de la mejor forma. Y ya que les quitamos el chaleco vuelven a ser perros».
Márgara Bravo detalló que Fundación «Owen» es una institución de asistencia privada y que viven de donativos.
«Nos pueden buscar en redes sociales como Fundación ‘Owen’ y la intención es que nos ayuden a que podamos formar a más perros de asistencia y podamos ayudar a más personas».
Asimismo, se refirió a la polémica que generan las políticas de algunos lugares públicos sobre el acceso a animales.
«Para una persona por ejemplo que tiene una discapacidad visual y que son sus ojos, en el transporte público, en entrar a restaurantes, no hay que olvidar que ellos como perros de asistencia tienen libre acceso, a todos lados, inclusive en hospitales».
Por su parte, Adal Islas se refirió a las capacidades que tienen los perros.
«Es infinita. Cada vez que vas trabajando con ellos y te das cuenta cómo resuelven, cómo actúan, es espectacular».
«Son unos aliados maravillosos de sus usuarios», agregó Bravo.
Con información y foto de Noticieros Televisa