Ciudad de México.- Federico Patiño Márquez, director general del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), explicó a detalle los “errores” en la primera licitación para construir el Centro Intermodal de Transporte Terrestre (CITT) y anunció que en el aviso público para la segunda convocatoria se informó a los participantes la “inconformidad” presentada por Mota-Engil.
“No hay ilegalidades. No hay corrupción… La empresa Mota-Engil México está en su derecho de presentar su ‘inconformidad’, como lo establece la ley, sobre el resultado de la primera licitación para construir el CITT del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Ya le informamos a la Secretaría de la Función Pública (SFP) que hay errores…, nada más”, reconoció.
En el documento hecho público hoy se admite que un elemento de queja es el monto del techo presupuestal del GACM para esta obra, y que para no quebrantar los principios constitucionales de imparcialidad y transparencia y de no privilegiar a un competidor, se decidió informar la cifra asignada de 10 mil 410 millones 692 mil 998.90 pesos con IVA.
La revelación del monto, dice la convocatoria firmada por Gerardo Francisco Hernández Romero, gerente de procesos de licitación de obra pública del GACM, es “por esta única ocasión y por las circunstancias excepcionales que convergen en la presente licitación”, referente al proceso de investigación que realiza en la actualidad la SFP.
Explica que la revelación del monto señalado a la “autoridad de control” será parte del expediente de inconformidad presentado por la constructora, al que tendrá acceso Mota-Engil, y para evitar que tenga exclusividad de la información es que se hace público para continuar el proceso contractual y para el público en general.
Patiño Márquez puntualizó que sí se le informó a la empresa constructora, al darse el fallo de licitación desierta, que su propuesta por 9 mil 517 millones sin IVA superaba el techo presupuestal del GACM de 8 mil 974 millones de pesos sin IVA, pero “no le dimos detalles de por qué; fue un error, porque debimos hacerlo”. De ahí la “inconformidad”.
El artículo 39 de la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas señala que la convocatoria emitirá un fallo que deberá contener lo siguiente: “La relación de licitantes cuyas proposiciones se desecharon, expresando todas las razones legales, técnicas o económicas que sustentan tal determinación e indicando los puntos de la convocatoria que en cada caso se incumple”.
Asimismo apunta que “en el fallo no se deberá incluir información reservada o confidencial, en los términos de las disposiciones aplicables”.
NÚMEROS DE LA DISCORDIA
Patiño Márquez explicó el error sobre las diferencias de números de inversión plurianual. Como se expuso en MILENIO, el proyecto de la segunda convocatoria número PC-009-KDH999-E95-2017 apunta que el monto a ejercer en 2018 es por 3 mil 876 millones 541 mil 695.15 pesos sin IVA, y en la segunda convocatoria número LO-009KDH999-E102-2017 se afirma que la cifra a aplicar es de 742 millones 9 mil 774 pesos sin IVA.
Las cifras se entregan a los participantes en las prebases sujetas a modificaciones y en las bases, que ya son las definitivas. “Fue un error nuestro entregarles el documento de las prebases. Se equivocó la personas que puso la cifra” en respuesta a la primera petición que hizo Mota-Engil México.
El monto correcto es el de 742 millones de pesos y es mucho menor a la de 3 mil 876 millones, porque los tiempos de construcción se modificaron. “La inversión ya no será para todo el año, sino para algunos meses; para 2019 la cifra se elevará a 2 mil 71 millones y así habrá montos plurianuales hasta alcanzar los 8 mil 974 millones de pesos de techo presupuestal sin IVA”.
El directivo del GACM entregó, junto con su equipo legal, toda la información detallada al Órgano Interno de Control (OIC) de la empresa y a la SFP para su análisis.
El proceso de investigación está en la fase final de alegatos que probablemente concluya la próxima semana para que la SFP resuelva el asunto. “Queremos que resuelva lo que sea, pero ya, para no retrasar más el inicio de esta obra del aeropuerto capitalino. Urge concluir el proceso”, precisó Patiño Márquez.
Según la previsión que puede adoptar la SFP, el único efecto es que el grupo aeroportuario tendrá que volver a dictaminar el fallo, de desierto, y explicar a la empresa que rebasó el techo presupuestal con peras y manzanas.
Fuente: Milenio