El Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) trabaja en el desarrollo de un Observatorio para conocer la participación de la mujer en el Proceso Electoral Ordinario 2014-2015, anunció el consejero Carlos González Martínez, al dictar la conferencia Erradicar la Violencia de Género: Un paso hacia la Civilización, en el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), como parte de la conmemoración del Día Naranja. El también integrante de la Comisión Provisional para promover la Igualdad de Género y los Derechos Humanos del IEDF, destacó la importancia de realizar acciones que generen conciencia e impulsen políticas públicas para desaparecer la violencia contra las mujeres.
Durante su participación, mencionó que “sólo una sociedad libre de la violencia de género dará paso a una sociedad democrática”. En ese sentido, destacó que como parte del Observatorio electoral se buscará incluir algún tipo de indicadores que permitan medir y visibilizar la violencia política contra las mujeres.
El consejero electoral del IEDF citó tres estudios para ejemplificar la violencia de género en México. Recordó que según datos de una encuesta del Instituto Nacional de Estadística, 63 por ciento de las mujeres mayores de 15 años declararon haber padecido algún hecho de violencia. Un estudio de la Cámara de Diputados revela que tres de cada diez mujeres todavía avisan por qué partido van a votar; en tanto que en 2013, 67 por ciento de los entrevistados en la Ciudad de México consideraron que existe discriminación hacia las mujeres.
Acompañado por el consejero presidente del IEEM, Pedro Zamudio Godínez, y de la consejera electoral Natalia Pérez Hernández, el también presidente de la Comisión de Participación Ciudadana del IEDF, destacó que la lucha por la igualdad de género en contra de cualquier forma de discriminación “es una lucha civilizatoria”.
Sobre la campaña de la Organización de las Naciones Unidas para poner fin a la violencia contra las mujeres, que se conmemora el día 25 de cada mes, comentó que ésta busca incidir en lo que piensan las personas y cómo se conducen en la sociedad, toda vez que la única manera de educar hombres libres y justos es hacerlo en un ambiente de dignidad y con conocimiento de la igualdad de género.