Entre la tupida selva y el azulísimo cielo tabasqueño se encuentra Tapijulapa, un candoroso poblado al que bien le quedarían los versos del también tabasqueño Carlos Pellicer: “Trópico, para que me diste / las manos llenas de color. / Todo lo que yo toque / se llenará de sol.”
Pero no sólo eso hace tan especial a Tapijulapa. También es una población de misterio y costumbres ancestrales. Te contamos lo maravilloso que ocurre ahí:
Es Pueblo Mágico desde 2010
Se encuentra en la sierra de Tabasco, en el sur. Pertenece al municipio de Tacotalpa y lo rodean los ríos Amatán y Oxolotán.
Su nombre es de origen zoque
Quiere decir: “lugar donde se rompen los cántaros”. También se le conoce como la Esmeralda de la Sierra.
El pueblo es de pintorescas casas blancas, de dos aguas, con tejas rojas
Sus calles adoquinadas conservan el trazo colonial. La selva verde completa una visión colorida. El rumor de los ríos agrega paz y vitalidad.
Su principal atractivo arquitectónico es el Templo de Santiago Apóstol
Es del siglo XVIII y lo construyeron los dominicos. Se encuentra en la cima de un cerro y desde ahí puede admirarse el valle montañoso tabasqueño.
Muy cerca se encuentra el Parque Estatal de la Sierra
Una reserva de 27 hectáreas, con aguas sulfurosas y animales como ocelotes, monos araña y cerdos salvajes. Hay dos atractivos que nadie puede perderse:
Las cascadas de Villa Luz
Son de aguas sulfurosas y azulísimas, que provienen de la Cueva de las Sardinas Ciegas.
Y justamente el gran atractivo de la región es esta Cueva de las Sardinas Ciegas
Son 500 metros de galería, que en su río tiene una especie de sardinas ciegas, que se acostumbraron a vivir sin luz.
Allí, el Domingo de Ramos se hace la “pesca de la sardina ciega”
Tradición heredada de la cultura maya en honor a Chac, dios de la lluvia. Con plegarias y danzas se captura a las sardinas. Con este ritual se asegura la abundancia.
También, muy cerca se encuentra la Reserva Ecológica de Kolem Jaá
Con una extensión superior a las veinte hectáreas, a tres kilómetros del pueblo. Se llega en lancha, por el río Oxotlán. Aquí pueden hacerse actividades como rapel en cascada, tirolesa, descenso en río y senderismo.
Un atractivo más es el Jardín de Dios
Un parque botánico de 14 hectáreas en el ejido Zunú, a siete km de Tapijulapa. Cuenta con más de 300 plantas medicinales como maguey morado, árnica, cardo lechero y pasiflora; así como plantas de ornato.
Pero igual de importante son las artesanías y los platillos de Tapijulapa
Las artesanías más famosas son los objetos de madera y “mimbre mutusay”, como se le llama a la fibra vegetal del sauce.
En la gastronomía hay delicias que bien valen el viaje a Tapijulapa
Imagínense nomás: mole de cerdo, pierna de puerco envuelta en hoja de plátano, dulce de papaya o pishul, pan de plátano, tostada con frijoles, queso, cerdo, lechuga, jitomate y crema.
Estos atractivos bastan y sobran para aventurarse al Pueblo Mágico de Tapijulapa: un pueblo de selva con paisaje de enorme señorío.