MÉXICO.- 1972, viernes 13 de octubre. Este día quedaría marcado en la historia no solo del mundo de la aviación, sino de la humanidad; así el Milagro de los Andes.
El vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, donde viajaban 40 pasajeros y cinco tripulantes, fue el encargado de llevar al equipo de rugby Old Christians del Colegio Uruguayo Stella Maris a jugar un partido a Chile.
Cuando sobrevolaban la cordillera de los Andes, los fuertes vientos desaceleraron la nave. El piloto se desorientó y se desvió de la ruta que estaba planeada.
El avión descendió, se impactó contra el cerro El Sosneado y luego contra el volcán Tinguirica. Después aterrizó en una pendiente de los Andes, en el llamado Glaciar de las Lágrimas.
De los 45 ocupantes de la aeronave, 13 fallecieron al momento. A la mañana siguiente murieron 8 más y una semana después hubo otra víctima.
Finalmente, los 16 sobrevivientes comenzaron un calvario que duró 72 días. Las duras condiciones climatológicas, como nevadas y viento, así como la falta de alimento los llevó al límite de sus fuerzas.
Usaron parte del fuselaje del avión como refugio y reunieron todos los materiales posibles para sobrevivir al clima extremo.
La falta de ropa adecuada para estas temperaturas era clave, sin embargo, Roberto Canessa, estudiante de medicina y con tan solo 19 años, diseñó con el material que disponía abrigos, guantes y calzado.
A comienzos de diciembre, las capas de hielo comenzaron a disminuir y eso les permitió ejecutar un plan arriesgado: ir por ayuda.
Tras 10 días de caminata, en medio de nevadas, Fernando Parrado, Roberto Canessa y Antonio Vizintín se encontraron con un campesino chileno, quién los ayudó.
Varios helicópteros, guiados por Parrado, se dirigieron hacia el lugar del accidente para el rescate de aquellos que sobrevivieron 72 días en condiciones inimaginables para cualquiera: sin alimentos, sin fuego, sin cobijo, en medio de los Andes.
Fundación Kardias, en pro de los niños
A 46 años de la tragedia, Roberto Canessa es cardiólogo y trabaja con Fundación Kardias a favor de niños que tienen algún problema en el corazón.
«Después de haber estado en la montaña me hace acordar de esos niños que están trepando su montaña con cirugía cardíaca, con el corazón abierto, la familia llorando y bueno, ahora me toca ser el rescatista que nos rescató a nosotros».
En entrevista con Paola Rojas, el doctor Canessa indicó que México tiene más de tres mil niños que no cuentan con atención médica.
«Yo quiero ir a rescatar a esos niños y ayudar a México. (…) Colaborar con la Fundación Kardias es hacer que esos niños sobrevivan».
El cirujano cardiovascular, Alexis Palacios Macedo, también se refirió a la labor que realiza Fundación Kardias.
«La Fundación Kardias surge por esta necesidad. Nosotros vimos desde hace muchos años que había falta de recursos, falta de capacitación, falta de médicos, enfermeras. Entonces esa es la razón por la cual nace Kardias desde hace muchos años».
Indicó que el objetivo es crear un Centro de Alta Especialidad de excelencia en México.
«Hacer conciencia en la gente y tratar de mejorar la situación en todo México. Kardias, en particular, a eso se dedica y a crear este centro de excelencia en el Centro Médico ABC junto con el Instituto Nacional de Pediatría», indicó Palacios.
«Tenemos cualidades (…) para llegar a la gente de que cada uno tiene que mejorar a la sociedad», agregó el doctor Canessa.
Con información y foto de Noticieros Televisa