MÉXICO.- Recientemente escribí sobre el acroyoga, la disciplina que une el yoga con la acrobacia y el masaje terapéutico. Comentaba que esta práctica suele realizarse en pareja y quienes lo hacen afirman que ha contribuido a fortalecer su relación.
Si eso hace el yoga en las relaciones sentimentales, imagina los beneficios que obtendrás en tus relaciones laborales o con personas con las que simplemente compartes instantes de tu día a día.
Yoga y meditación unen a México y EU
Hace unos días, más de 100 habitantes de Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas, se reunieron para una práctica de yoga y meditación.
El encuentro fue al borde del río Bravo y cerca del Puente Internacional Paso del Norte-Santa Fe, con un solo objetivo: “dar un sentido de unión y paz” a la zona, considerada como uno de los principales puntos por donde cruzan los migrantes.
«Este lugar ha sido como el medio donde se cruzan personas para una mejor vida. (Con esta práctica) hay un sentido de una profunda armonía, sobre todo de generar paz porque muchas familias viven con temor», dijo Mauricio Rivera, coordinador de la práctica, a la agencia de noticias AFP.
Algunos participantes dijeron sentirse satisfechos por compartir esta actividad de paz.
«Nuestros paisanos cruzan tratando de buscar una oportunidad al otro lado, y no siempre encuentran las cosas fáciles (…) me encantó la idea de traer esta paz y esta energía positiva a este punto precisamente», dijo Sandra Sánchez, ingeniera de sistemas.
«Somos una gran ciudad, Juárez-El Paso, y no hay muro que nos detenga, sino al contrario, hay familias que nos unen en ambos lados de la frontera», agregó Mauricio Rivera.
Los participantes compartieron una hora de paz, tranquilidad y armonía, al compartir un objetivo.
Sería ideal que todos nuestros días transcurrieran así ¿no crees?
Justo a eso me refiero: el yoga une a las personas. Conocidos o no, amigos o familiares, vecinos o desconocidos, esta disciplina te enseña a entablar una relación cordial y de respeto con los demás.
¿Cómo se logra?
Yoga une a las personas, pero primero…
Me atrevo a decir, por experiencia, que el yoga es como aplicar en tu vida el método inductivo (proceso utilizado para sacar conclusiones generales partiendo de hechos particulares). Dicho de otra manera, para poder entablar buenas relaciones con los demás, debes iniciar por una relación en armonía contigo.
Y este es justo otro de los beneficios del yoga: hacer de ti una mejor persona.
Pero no se trata de arrogancia, sino de hacer un trabajo desde la humildad y la gratitud, desde la conciencia, desde el amor, desde el corazón.
¿Cómo es que alguien puede ser mejor a partir del yoga?
Te mostraré:
1.- Un yogui practica Ahimsa:se trata de una palabrasánscrita que significa “no violencia”. De aquí parten todos los estilos de yoga que se practican, tanto el físico como el meditativo o espiritual. Quien vive el yoga tiene un profundo sentido de la no violencia; evita hacer daño a otros, a sí mismo o al medio en el que habita.
2.- Un yogui se conoce: es la parte más difícil de la conciencia, conocerse por dentro sin máscaras y aceptar la imperfección. Quien hace yoga no sólo trabaja su cuerpo o su respiración, pues en cada clase y asana (postura) se enfrenta a sus miedos, sus culpas y su ego. Aquel que se conoce realmente como es, se vuelve más comprensivo consigo y los demás, porque se acepta sin juzgar y entiende que debe ser igual de comprensivo con los demás.
3.- Un yogui es fuerte y flexible: no solo a nivel físico, sino también en pensamientos. El yoga da la fuerza para seguir adelante aunque cueste, sabiendo que es la perseverancia la clave de todo camino. Y da la flexibilidad para adaptar la marcha a lo que va apareciendo en ese recorrido.
4.- Un yogui vive la gratitud: quien vive la filosofía del yoga entiende que en el día a día hay pequeños milagros que antes parecían insignificantes. Se detiene un momento a pensar cómo es que puede mover el cuerpo y entiende sus mensajes; cómo es que al sentirse en paz, todo lo que va apareciendo a su alrededor, aquí y ahora, también es pacífico y amoroso.
5.- Un yogui vive feliz: no necesita demasiadas cosas para sentirse feliz. La felicidad es un estado que crea con su propia manera de ver la vida y de confiar en su proceso.No se trata de vivir en mundos irreales, al contrario, es buscar un sentido a la realidad de forma positiva y consciente.Disfruta de los pequeños o grandes placeres, aprender de los momentos difíciles y los afronta con paz y fuerza interior.
6.- Un yogui cuida el planeta:quien acepta el yoga como un estilo de vida respeta a todos los seres y también la naturaleza que le sostiene. Es decir, está siempre unido a la conciencia universal.
7.- Un yogui se ama a sí mismo: aunque parece algo simple, el amor propio muchas veces brilla por su ausencia en la sociedad. Vivimos comparándonos, queriendo ser como otros e incluso sintiendo envidia de la vida de los demás.Un yogui se acepta y se quiere, deja de lado la comparación, la competencia o los estereotipos.Para un yogui su cuerpo es perfecto porque le permite moverse, sentir, comunicarse. Su práctica es perfecta porque refleja su mundo, sus necesidades y sus progresos personales.
Por estos y otros motivos, el yoga te hace mejor persona.
Una vez que aceptas tu ser, lo amas y valoras, todo lo que emana de ti nace del amor, la tolerancia, el respeto y la gratitud. Es por ello que empiezas a tener mejores relaciones con los demás, pues aprendes a tratarles con humildad.
Y estas relaciones se fortalecen al compartir objetivos, como la búsqueda de la paz y la armonía. Por ello es que el yoga une a las personas.
Si deseas hacer una práctica para reconocer el “yo soy”, te comparto este video de YouTube.
Namasté.
Redacción / Con información de La Jornada y naturayterapia.com / Video: YouTube / MalovaElena / Fotos: El Diario de Juárez /