¿Te suena familiar?
“Párate derecha”, dicen las mamás y quizá sea una de las frases más sabias que nos han dicho en la infancia o adolescencia.
Ya sea porque pasan bastante tiempo sentadas y terminan con la espalda encorvada, porque van caminando con los hombros echados hacia delante por algún problema emocional o porque es un mal hábito el sacar “la pancita”, pero muchas personas tienen mala postura.
“Me canso mucho de estar sentado, entonces me muevo y me muevo y termino en una mala postura”, afirma Enrique luego de pasar 10 horas en su trabajo.
“Sí, mi hijo se para y saca la panza o camina encorvado. (…) No, no sé a qué se debe. Nunca se ha quejado de que le duela la espalda, es más, juega fútbol, pero ni así corrige su postura. Debe ser un mal hábito”, cuenta Silvia, madre de un niño de 10 años.
“Hace tiempo me daba un dolor en la espalda baja, del lado derecho. El doctor me dijo que era porque mi silla era fija y yo tenía que girar constantemente para trabajar entre la computadora y mi escritorio. (…) Era una mala postura”, señala Jaime.
Una buena postura habla mucho sobre nuestra personalidad, nos da seguridad; una mala postura dice mucho sobre nuestra salud y puede repercutir en esta.
Algunos desarrollan malas posturas con mayor facilidad
Según los expertos, la postura es la relación entre la posición de los brazos, las piernas, el tronco y las articulaciones.
Aunque el cuerpo es capaz de adoptar diversas posturas, es innegable que algunas se realizan con mayor naturalidad que otras.
Aquellas que se adoptan sin hacer gran esfuerzo son las que se consideran como buena postura corporal, es decir, cuando la espalda está recta, permite que fluya la respiración y la columna y musculatura están cómodas.
Por otro lado, una mala postura modifica de inmediato nuestra alineación, como cuando estamos sentados y terminamos con las orejas hundidas en los hombros y la cabeza clavada en la computadora, encorvando por completo la espalda.
Factores que afectan la postura
Los especialistas señalan que existen varios factores que son determinantes para desarrollar una mala postura.
- Razones fisiológicas o hereditarias: por sus características anatómicas (falta de tono muscular o sobrepeso) una persona puede tener mayor tendencia a deformar la postura.
- Razones emocionales: la tristeza, el miedo o depresión tienden a encorvar la espalda de quien los padece.
- Factores externos: una silla que no es apta para nuestra fisionomía, la cama, la forma como cargamos diversos pesos o la mala ejecución de ejercicios.
Daños por mala postura
Una mala postura puede generar:
- Mayor riesgo de lesiones: si has detectado que con frecuencia tienes mala postura y no lo corriges, al momento de ejercitarte podrías sobrecargar zonas corporales ya afectadas.
- Vientre abultado: la columna encorvada favorece al debilitamiento de los músculos del abdomen, por lo que suele aparecer el vientre abultado o “barriga”.
- Dolores y contracturas: si pasas mucho tiempo encorvado, aumentarás las posibilidades de padecer dolor de espalda y cuello.
- Mala apariencia: una mala postura proyecta una imagen corporal deteriorada.
- Influye en aspectos psicológicos: como el autoestima o la timidez social.
- Patologías crónicas: puede derivar en una lordosis (curvatura cóncava excesiva de la columna), cifosis (curvatura convexa excesiva) o escoliosis (desviación lateral y rotatoria de la columna).
“Tengo tres años haciendo yoga. (…) me ha ayudado a mejorar mi postura, digo, sí suelo encovarme, pero en cuanto me siento ya hundida en la computadora y me acuerdo, hago mis ajustes y recobro la postura. (…) Antes me dolía mucho el cuello y ahora ha disminuido la molestia. (…) Sí, ha sido gracias a yoga”, afirma Leti.
Yoga para mejorar la postura
Está comprobado que hacer yoga tiene una gran cantidad de beneficios. Un estudio realizado en Estados Unidos y publicado en la revista Archives of Internal Medicine, revela que esta práctica reduce los síntomas del dolor crónico de espalda.
Uno de los principios del yoga es la apertura del pecho para proyectar el corazón. Esta simple acción hace la diferencia en cuanto a postura corporal.
Además, la alineación de la columna es básica para realizar cada asana, meditar y permitir que fluya la respiración. Asimismo, el yoga contribuye a liberar las tensiones y ganar flexibilidad, sobre todo en la espina dorsal.
Para fortalecer tu columna y mejorar la postura realiza estas 7asanas que encontraras en el siguiente video de YouTube. Si padeces que un problema mayor, debes consultar a un médico.
Namasté.
Redacción / Con información de vitonica.com / Fotos: ecoosfera.com / Video: YouTube / Yoga con Marina Buedo