2020
Segundo día de 2020. ¿Ya lo estás disfrutando o aún sientes que cargas con pendientes del año pasado?
Y es que diciembre es uno de los meses más caóticos: que si los regalos, las fiestas, las posadas, las reuniones de trabajo, las vacaciones, el cambio de temperatura, etc.
Por lo general, la energía de cierre de año aumenta nuestro nivel de estrés. La prisa por terminar proyectos antes del 31 hace que pasemos los últimos días en el acelere y este ritmo se prolonga hasta enero. Por ende, arrancamos el año con energía pesada y con revoluciones de más.
¿Te diste tiempo para cerrar el ciclo? ¿Te diste un momento para renovar la energía? ¿Te diste un instante para dar gracias al 2019 y poner una intención al 2020?
Si en pleno 2 de enero sientes como tensión muscular, ritmo cardíaco elevado, algún dolor crónico o como que los astros simplemente no están acomodados, déjame decirte que necesitas poner un alto a tu ritmo y cerrar el ciclo, para abrir el ciclo.
Cierra el ciclo
“Un gran error es arruinar el presente recordando un pasado que ya no tiene futuro”.
Anónimo
Quizá en 2019 llegó un bebé a tu vida, perdiste a un ser querido, te mudaste de casa, cambiaste de trabajo, tienes pareja nueva o estás solo, quizá te casaste y ahora compartes tu espacio, tienes una mascota, aprendiste un idioma, adquiriste una deuda o pagaste otra.
Todo lo que te haya ocurrido en esos 365 días se debe agradecer para cerrar el ciclo, pero no me refiero a que esas cosas deben terminar, sino simplemente agradecer. ¿Sabes para qué? Para seguir adelante y dejar que la energía fluya.
Y es que si un proceso queda abierto, sea cual sea, es muy probable que interfiera con el avance personal. Por otro lado, el cerrar un ciclo marca la diferencia respecto al bienestar futuro.
Un grupo de investigadores hizo un estudio sobre la importancia de concluir procesos. Con la participación de mil 200 personas, se les pidió que expresaran sus pensamientos y emociones al concluir diversas situaciones hipotéticas.
Por ejemplo, imaginaron dejar su ciudad natal, irse de la fiesta de su mejor amigo y terminar una conversación con alguien conocido.
El estudio reveló que cuando las personas sienten que tuvieron un cierre completo, tienen más probabilidades de experimentar sentimientos positivos sobre el fin de una etapa.
Es decir, cuando sienten que cumplieron sus objetivos sin dejar cabos sueltos y cierran sus etapas sin arrepentimiento, sienten mayor bienestar y están preparadas para afrontar transiciones vitales de forma constructiva. Con ello, quedó demostrado el beneficio emocional de cerrar ciclos.
¿Cómo cerrar un ciclo?
Los expertos afirman que para cerrar un ciclo, debes:
- Dejar ir. Es normal que las personas nos aferremos a lo conocido porque nos da confort y seguridad. Sin embargo, este escenario da pie a que la energía se estanque. Debes dejar fluir lo viejo para que llegue lo nuevo.
- Hacer un balance y despedirse. Cerrar un ciclo requiere de vivir un duelo. Regálate un momento para repasar lo ocurrido, haz un balance, evalúa, acepta, agradece y despídete. Deja que fluya en paz.
- Sigue adelante. Una vez que has dicho adiós, estás listo para iniciar. No te asustes. Los comienzos siempre traen retos y la oportunidad de enfocar nuestra atención y energía en cosas nuevas. Deja que todo se mueva en armonía.
El yoga es una disciplina que te ayudará a transitar de un ciclo a otro con energía positiva, cultivada desde la calma, la humildad y el amor.
Aún estás a tiempo para agradecer por lo vivido en 2019 y renovar tu energía para vivir en plenitud el 2020. En este video de YouTube encontrarás una clase de yoga que te ayudará.
Namasté.
Redacción / Con información de lamentesmaravillosa.com y tekcrispy.com / Video: YouTube / LindaSolYoga