¿Reconoces esto?
“Llevo varios días con molestia en ojos y nariz”, José.
“El sábado por la noche las calles parecían como de película de terror. Había mucha neblina. Ya después supe que era humo. Estaba cañón”, Silvia.
“He tenido dolor de cabeza y cansancio”, Carlos.
“Me arden mucho los ojos y me pica la nariz”, Elena.
“El domingo en la madrugada me levanté espantado. Le dije a mi esposa ‘huele mucho a quemado’, y me fui corriendo a la cocina. Después me asomé a la calle y me di cuenta que el olor era de afuera”, Eduardo.
“He tenido resequedad en los ojos y mucho ardor. No he tenido buen descanso y he tenido sensación de debilidad”, Ma. Cristina.
“El ambiente es asfixiante. Cuando salgo a la calle de inmediato me siento como cansado. Los ojos pesados y con mucho ardor. Lo que quieres es estar en un lugar fresco”, Ángel.
“Cansancio, dolor de cabeza, molestia de ojos”, Evy.
Es el sentir de muchos de los habitantes de la Ciudad de México, debido a los altos índices de contaminación registrados en los últimos días.
No, no es Beijing; es el Valle de México
Fue el sábado 11 de mayo cuando comenzó a detectarse una capa de humo sobre la Ciudad de México.
La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) explicó el origen de la mala calidad del aire: incendios en la región centro y sur del país, la falta de dispersión de contaminantes por un sistema de alta presión, las altas temperaturas y la prolongada sequía.
Ante la situación, las autoridades emitieron una alerta ambiental para reducir la probabilidad de afectaciones en la salud de la población del Valle de México.
Posteriormente, tras alcanzar en el municipio de Nezahualcóyotl los 161 puntos de partículas PM2.5 y registrarse altos niveles de Ozono, la CAMe emitió la Contingencia Ambiental Atmosférica Extraordinaria en la Zona Metropolitana del Valle de México.
Contaminación atmosférica en otros estados
La contaminación atmosférica no solo ha sido un tema que ha afectado recientemente a la Ciudad de México, pues en los últimos días otras entidades rebasaron los límites del Índice de Calidad del Aire (ICA).
Se trata de una medida para determinar el nivel de contaminación del aire y sus efectos en la salud.
El ICA analiza el nivel de cinco elementos: dióxido de azufre, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, ozono y partículas suspendidas.
La escala va de 0 a 500.
- Calidad del aire buena: de 0 a 50,
- Calidad del aire regular: de 50 a 100,
- Calidad del aire mala: de 101 a 150,
- Calidad del aire muy mala: de 151 a 200,
- Calidad del aire extremadamente mala: de 201 a 300;
- Calidad del aire peligrosa: de 301 a 500.
Según el Sistema Nacional de Información de Calidad del Aire (SINAICA), las entidades que han registrado altos niveles de contaminación, son: Durango, Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Hidalgo, Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala y Veracruz.
Incluso, esta semana Puebla activó por primera vez en su historia la Fase 1 de Contingencia Ambiental luego que la estación de monitoreo del Parque de las Ninfas registró 152 puntos en el Índice de la Calidad del Aire. Las autoridades explicaron que la situación fue originada por las emisiones del volcán Popocatépetl, los incendios forestales y el clima.
Hasta este jueves, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) reporta 78 incendios forestales en 22 entidades.
¿Qué son las partículas PM2.5?
Los expertos indican que en el ambiente hay diversos tipos de partículas suspendidas, pero las más dañinas para la salud son las PM2.5.
Se trata de partículas de 2.5 micrómetros. Son más pequeñas que el grosor de un cabello humano y pueden provenir de automóviles, fábricas o de la quema de madera. Debido a su tamaño, penetran con mayor facilidad en los pulmones y pueden provocar más daño por sus características fisicoquímicas.
También existen las partículas PM10, menores a 10 micrómetros y que pueden entrar directamente al aparato respiratorio.
Según la UNAM, las partículas PM2.5 están conformadas por nitratos y sulfatos originados por oxidación, aerosoles orgánicos e hidrocarburos aromáticos policíclicos.
Asimismo, advierte que son capaces de interferir con uno o más mecanismos de defensa del aparato respiratorio o pueden transportar sustancias tóxicas absorbidas o adheridas a la superficie de la partícula.
Las afectaciones en la salud
Estudios científicos relacionan a las PM10 y PM2.5 con:
- Agravación del asma,
- Aumento de tos,
- Respiración difícil o dolorosa,
- Bronquitis crónica,
- Reducción de la función pulmonar,
- Incrementa el riesgo de infarto al miocardio.
Los sectores más vulnerables
La Organización Mundial de la Salud ha señalado que tanto niños como adultos expuestos a la contaminación del aire están en riesgo de tener problemas en pulmones, infecciones respiratorias y asma agravado.
En el caso de las mujeres embarazadas, pueden tener resultados adversos en el parto: bebé con bajo peso al nacer, parto prematuro o el nacimiento de niños pequeños en edad gestacional.
Agrega que la mala calidad del aire puede afectar a personas con diabetes, el desarrollo neurológico en niños y aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, entre otros padecimientos.
Yoga para el sistema respiratorio
Además de las medidas implementadas por la CAMe para evitar afectaciones en la salud, la práctica del yoga podría ayudar a fortalecer tu sistema respiratorio.
La respiración, además de proveernos de oxígeno, elimina las toxinas de todas las células del cuerpo.
Además, el movimiento que realiza el diafragma al respirar ayuda a bombear el líquido linfático y masajea el aparato digestivo.
Asimismo, crea un movimiento rítmico de la columna que bombea el líquido cefalorraquídeo, incrementa la capacidad pulmonar y se ha comprobado que es un gran recurso para controlar los pensamientos.
En el yoga existen diferentes tipos de respiración, con amplios beneficios para tu salud. Podrías comenzar a practicarlos en tu casa, con tu pareja o antes de dormir, para fortalecer tu sistema respiratorio.
Respiración larga y profunda:
- Reduce la acumulación tóxica en los pulmones mediante la apertura adecuada de los sacos de aire.
- Equilibra el sistema nervioso simpático y parasimpático, lo que crea una relajación profunda y duradera.
- Crea una pulsación en el cerebro a un cierto ritmo, lo cual estimula la glándula pituitaria, la glándula maestra y desarrolla la conciencia intuitiva.
- Bombea el líquido cefalorraquídeo.
- Estimula la producción de químicos en el cerebro para actuar contra la depresión.
- Limpia la sangre de dióxido de carbono.
- Incrementa la entrada de oxígeno.
- Ayuda a liberar los bloqueos del flujo energético en los meridianos.
- Acelera los procesos de sanación físicos y emocionales.
- Ayuda a romper adicciones y patrones de hábito inconscientes.
Respiración de fuego:
- Incrementa la capacidad vital de los pulmones, lo que mejora la salud y el goce de la vida.
- Le ayuda al cuerpo a alcanzar un óptimo equilibrio ácido-alcalino lo cual reduce la irritabilidad y la producción de placa en las arterias.
- Estimula el nervio vago y equilibra el sistema nervioso autónomo.
- Purifica la sangre al eliminar las toxinas de los tejidos, pulmones y membranas mucosas.
- Mejora la digestión.
- Estimula el plexo solar y libera el flujo natural de energía a través del cuerpo.
- Fortalece el sistema nervioso para manejar estrés.
- Incrementa la vitalidad física.
- Fortalece el plexo nervioso.
- Ayuda a romper adicciones.
Namasté.
Redacción / Con información de www.mentekundalini.com / Videos: YouTube / Amputats Sant Jordi / Mad4Yoga