El cuarto piso
Conozco muchas personas a quienes les causa conflicto decir su edad. No es que vaya por la vida preguntado directamente cuántos años tienen, pero he notado que entre conversaciones y palabras buscan la manera de no revelar la dichosa cifra.
“No me gusta decirlo”, me respondieron alguna vez.
Y entonces viene a mi cabeza esa peculiar frase que dice “a una dama jamás se le pregunta la edad”. Pero hoy en día me parece que no es exclusiva de las mujeres, pues también hay caballeros que prefieren dejar semejante revelación entre ellos y su credencial del INE.
En lo personal no tengo empacho en decir que he cumplido 40 años. Al contrario, me siento muy orgullosa y plena de tenerlos. Y no me había puesto a pensar en ello, pero ahora que me siento a escribir esta nota me pregunto ¿qué significa llegar a los 40?
Por increíble que parezca, en mi respuesta solo aparecen dos palabras: nada, todo.
Nada: porque a través del yoga he aprendido que el estar aquí y ahora es lo que realmente importa. Contemplarme en el presente, respirando, en consciencia plena, es lo que me hace aceptar, amar y valorar lo que soy. Nada hay antes de hoy, nada hay después de mañana. Sólo tengo este instante; del Universo para mí y de mí para el Universo.
Todo: porque estos 40 años de existencia son todo lo que soy.
Esa es mi percepción, sin embargo, hay quienes afirman que en esta etapa es cuando surge la llamada “crisis de los 40”.
Ellas, crisis de los 40
Es bien sabido que entre los 40 y los 50 años algunas mujeres se enfrentan a situaciones complejas, emocionalmente hablando, porque es en esta etapa cuando se dan cuenta que quizá están en la mitad de su vida.
Algunos le llaman “momento de transición”, y es que también pueden estar experimentando la menopausia, un deterioro en el aspecto físico, el síndrome del nido vacío, una separación, entre otras cosas.
Muchas enfrentan este período y al darse cuenta que hay más vida salen adelante; otras se quedan inmersas en los recuerdos, en el pasado y viven su presente en el ayer.
Los psicólogos señalan algunos síntomas para detectar si una mujer padece una “crisis de los 40”. Algunos son:
- Frecuentes cuestionamientos sobre cómo llevan su vida.En esta etapa, muchas hacen una pausa para preguntarse si van en el camino correcto, si es en realidad lo que querían o si están viviendo con base en los deseos de los demás. Estas reflexiones son positivas, pues les permiten corregir o continuar con lo que hacen.
- Decisiones precipitadas. Si en esta evaluación descubren que no están satisfechas con la vida que llevan, existe el riesgo de tomar decisiones impulsivas. Lo importante es pensar en las consecuencias a largo plazo antes de actuar.
- Perder la cabeza.Es común que en esta etapa se expresen con frases como: “siento que me estoy volviendo loca”, “no recuerdo dónde dejé las llaves”, “estoy enojada todo el tiempo”. Este cambio de emociones puede deberse a una disminución en los niveles de estrógenos, que puede comenzar entre 5 y 10 años antes de la menopausia.
- Falta de sueño.Algunos estudios revelan que los niveles decrecientes de estrógenos durante la perimenopausia y menopausia pueden hacer que las mujeres sean más susceptibles a factores ambientales, lo que puede alterar el sueño.
- Aburrimiento.Muchas se sienten atrapadas en la rutina, al considerar que la diversión y las cosas por descubrir ya no son opción para ellas.
- Sentimiento de pérdida.En esta etapa pueden desarrollar la sensación de que algo se perdió, como los sueños. Además, puede existir una confrontación entre la mujer que querían ser y la que son en realidad.
- La eterna obsesión con el físico.Mirarse bellas, delgadas y jóvenes es el eterno problema con el espejo. Hay quienes intentan evitar el paso de los años con cirugías estéticas, sin medir consecuencias. Unas más se obsesionan con las arrugas, canas y otros cambios asociados a la vejez, que en lugar de cuidarse de manera sana, caen en depresión.
- Y después de los 40 ¿qué?Por desgracia, muchas creen que después de los 40 no hay más vida. Se sienten mayores para descubrir nuevas cosas y piensan que lo mejor ya pasó.
Ellos, crisis de los 40
Así como las mujeres, algunos hombres también pueden presentar síntomas que indican que pasan por esta etapa.
- Se sienten incómodos con elementos básicos en su vida. Podrían mostrar señales de inconformidad con su trabajo, relación amorosa o salud. Ante ello, sienten la necesidad de tomar medidas para mejorar la situación.
- Ya no hay tiempo. Se sienten inconformes, pero creen que ya no hay tiempo para cambiar de rumbo, por lo que hacen cambios de forma inmediata.
- El físico. Se dan cuenta que el aspecto físico ha cambiado y que su resistencia ya no es la misma.
- Pérdidas. Gente cercana o de edades próximas comienza a fallecer.
- Asuntos pendientes. Al llegar a esta etapa pueden aparecer sentimientos que habían permanecido ocultos. Un ejemplo podría ser un hombre que en su infancia no se sintió querido. A lo largo de su vida trató de compensar ese sentimiento esforzándose para alcanzar el éxito como esposo, padre y profesionista. Sin embargo, emergen los sentimientos de su infancia y socavan su actual sensación de seguridad.
- Expectativas irreales. Hay hombres que han dedicado su vida a perseguir sueños, ilusiones o expectativas poco realistas, por lo que con el tiempo las han tenido que descartar u olvidar. Renunciar a sus sueños puede provocar dolor y ansiedad.
Vivir, solo vivir
El ser humano por naturaleza es complejo. Entonces ¿para qué complicar más nuestra existencia con temas de ayer o mañana? ¿Por qué no solo vivir el hoy y ahora? ¿Por qué no tomar los 40 como la oportunidad para aprender del pasado y amar nuestro presente?
Si bien es cierto que existe la crisis de los 40, por qué no tomarlo a nuestro favor para reprogramar el pensamiento y aprender a ser sabios, disfrutar cada instante.
Por qué no convertir nuestros 40 en una etapa de madurez. Por ejemplo, hay expertos que afirman que en este periodo:
- Se puede aumentar el autoestima.Si ya conocer tus defectos y virtudes, entonces aprende a aceptarte y valorarte. Quiérete aunque cometas errores o aciertos, pues tras estos años de experiencia ya sabes que después de caer te puedes levantar. Cree en ti.
- Te alejas de las personas tóxicas.En 40 años has aprendido a reconocer a quienes te hacen daño, a personas que te absorben la energía y no te hacen sentir bien. Aprendes a aceptarlas, respetarlas y mantenerlas al margen.
- Aprendes a aceptar tu cuerpo.Luego de 40 años es buen momento para decirle adiós a los complejos y empezar a vivir ligero.
- Que importa lo que digan los demás.Si has aprendido a valorarte, la opinión de los demás es lo de menos.
- Dejas que las cosas y las personas fluyan.Aprendes que quien no te quiere no tiene por qué quedarse. Sabes que es momento de dejarla ir.
- Decir lo que piensas.Es buen momento para desarrollar la inteligencia emocional. Decir lo que piensas con respeto y firmeza.
- Todo tiene solución.Si un problema tiene solución la buscas, si no, para qué te preocupas.
- Reírse de uno mismo.Dicen que al mal tiempo buena cara.
Celebra tus 40 con saludos al sol
Como decía, no tengo empacho en recibir con plenitud, humildad y agradecimiento mis 40 años.
Y para recibirlos decidí celebrar con 40 saludos al sol.
El saludo al sol está considerado como uno de los ejercicios de yoga más completos. Aunque en algunas clases se emplea para preparar la concentración y la elasticidad, también es una práctica muy completa en sí misma.
Es una rutina que combina las principales posturas o asanas de yoga con la respiración consciente, lo que deja el cuerpo, la mente y el espíritu relajado y alerta para otros ejercicios, para la meditacióno para comenzar las actividades diarias.
Quienes practican yoga, afirman que el saludo al sol fortalece todos los sistemas del organismo, dando bienestar y fluidez a la energía física, mental y espiritual.
Algunos beneficios del saludo al sol son:
- Mejora la flexibilidad general de músculos, tendones y ligamentos.
- Fortalece el aparato locomotor.
- Masajea los órganos internos.
- Proporciona concentración, calma, serenidad y fuerza interior.
- Estimula la circulación linfática y sanguínea.
- Depura el organismo.
- Fortalece el corazón.
- Equilibra los chakras.
- Libera la tensión y alivia la ansiedad y la depresión.
- Estimula la autocuración.
- Nos prepara para afrontar la vida con entusiasmo, alegría y serenidad.
Si estás por cumplir 40, 25 o 62 años, la edad que sea, te recomiendo que realices esta práctica para celebrar y/o la incluyas en tus actividades diarias.
Namasté.
Redacción / Con información de Psicología-Online y vidanaturalia.com / Video: YouTube / MalovaElena