… y después de la fiesta
“No lo vuelvo a hacer”.
Típica frase que se dice después de una noche de fiesta y de muchas ‘cucharadas’ de más (me han contado).
Aunque lo recomendable es no consumir alcohol, o al menos no en exceso, lo cierto es que los mexicanos solemos entrarle a la copita, la chelita, el chupirul, las melodías cerbatanas, los pegoles, las serpientes bien elásticas, vaya al trago.
Pasaron las posadas, Navidad, Año Nuevo, los Reyes Magos, pero ahora viene la Rosca. Y entre tanta celebración es innegable nuestro vínculo con el tequila, mezcal o hasta el pulque, que forman parte de nuestra identidad.
Habrá quienes prefieran otro tipo de bebidas, pero es difícil pensar en una fiesta aquí en México sin su respectiva bebida.
Incluso, en el extranjero hay quien solo nos ven de una manera: con sombrero, nopales, zarape, mariachis y una botella.
Así es nuestro vínculo con el alcohol. Y para decirlo en cifras, según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco una persona bebe en promedio 4.583 litros de alcohol puro cada año, algo así como 280 latas de cerveza con 4.5º o 115 litros de whisky con 40º.
Nada qué celebrar, pero es real. Así que insisto, lo recomendable es no consumirlo.
Ley de causa y efecto
Dicho esto, sabemos que a toda causa corresponde un efecto; es ley.
Es así que luego de disfrutar de una bebida en la fiesta, con los amigos, la pareja, por el aniversario, una decepción amorosa o por el puro gusto, si hay exceso hay una consecuencia: la resaca.
Eso me recuerda que en Zagreb, Croacia, recientemente fue inaugurado el “Museo de la Resaca”, el primero en su tipo. El lugar exhibe 25 historias y reliquias de parrandas.
“Habla de algunas noches entre el momento en que salimos de la discoteca y el momento en que nos despertamos”, dijo en entrevista a AFP el creador del museo, Rino Dubokovic.
Un testimonio dijo que llegó a su casa al amanecer y que al abrir la puerta le enseñó su identificación al papá, quien es policía y estaba a punto de irse a trabajar. Creía que era la entrada de un antro.
“Me dejó entrar, pero no tuve derecho a salir durante mucho tiempo”, dijo el joven.
Hasta parece broma, pero no. La resaca no es un tema de humor; lo afirman quienes la han padecido (insisto, me han contado).
Efectos de la resaca
La Clínica Mayo, en Estados Unidos, afirma que son varios los factores que contribuyen a la resaca. Entre ellos, señala que el excesivo consumo de alcohol hace que el cuerpo produzca más orina, lo que provoca deshidratación.
A su vez, genera una respuesta inflamatoria del sistema inmunitaria que activa ciertos agentes que producen incapacidad de concentración, problemas de memoria, disminución del apetito y falta de interés en las actividades habituales.
Asimismo, irrita el revestimiento del estómago, aumenta la producción de ácido y demora el vaciado estomacal, ocasionando dolor abdominal, náuseas. A ello se suma que puede provocar una caída del azúcar en sangre lo que deriva en fatiga, debilidad, temblores, alteración del estado de ánimo, ansiedad, irritabilidad e, incluso, convulsiones.
Agrega que su consumo hace que los vasos sanguíneos se dilaten, detonando el dolor de cabeza.
Otros síntomas de la resaca son:
- Cansancio extremo,
- Sensibilizad a la luz y al sonido,
- Se perjudica la piel con ojeras y resequedad.
Para todo mal…
México es experto en remedios para curar los efectos de la resaca.
Un sondeo realizado por la agencia Notimex, indica que entre los principales están:
- Caldo de camarón o pozole,
- Chilaquiles o tacos de barbacoa,
- Una dosis de ácido acetilsalicílico,
- Cervezas preparadas con chamoy,
- Bebidas estabilizadoras como la ‘piedrita’ (bebida mexicana usada por cantineros quienes aseguran que restablece el apetito y estabiliza el estómago. Consta de una mezcla de anís dulce, tequila blanco y angostura).
Sin embargo, existe otra recomendación que muy pocos dan, que es natural y es gratis.
Yoga para aliviar la resaca
Aunque no lo creas, el yoga es una práctica física que te ayudará a aliviar el malestar.
- Libera las toxinas del cuerpo,
- Reactiva la circulación,
- Ayuda a ajustar la digestión,
- Mejora la respiración,
- Alivia la tensión.
Aunque todas las asanas contribuyen al bienestar, la postura del niño o ‘balasana’ es la más recomendada para sanar la resaca.
Y es que la manera en la que se acomoda el cuerpo ayuda a crear la sensación de alivio de manera casi instantánea.
Pero eso no es todo, en el yoga encontrarás muchos otros beneficios para tu bienestar físico y emocional.
En este video de YouTube podrás seguir una simple sesión para reducir los efectos de la resaca.
Por cierto, reitero, si consumes alcohol que no sea en exceso.
Namasté.
Redacción / Con información de Notimex y Glamour.mx / Video: YouTube / Yoga con Marina Buedo