RESPIRando: las paredes están en tu mente, libérala con yoga

Sube y baja

Es muy fuerte esto del confinamiento. Necesario, pero muy fuerte.

Las emociones, como en un sube y baja: a veces estás tranquilo, al rato te da por reflexionar sobre la situación, pero ya te emocionaste porque hablaste con tu familia y después te dio el bajón porque la extrañas, luego te enojaste porque el Internet está lento y entonces te dio un ataque de risa por algo que recordaste y de pronto ya estás en la cama echándote una “pestañita”.

Un sube y baja de emociones. 

“Yo sé que es necesario, pero ya. Ya me estoy hartando”, María.

“Lo he sentido los últimos días. Mi cuerpo lo ha resentido (…) como que llega a tener ciertos estados de ánimo que yo ya no los puedo controlar”, Genaro. 

“Con los niños es complicado (…) tienen clases virtuales, pero ya no sabemos cómo entretenerlos después”, Vanessa.

“Extraño las caminatas por la CDMX”, Jos.

“Unos días estamos bien, otros no tanto”, Eva y Carlos. 

“A estas alguras sigo pensando que es un momento para reencontrarnos, un instante para nosotros”, Domi. 

“Extraño mucho a mis hijos”, Sara.

Sí, es lo que he recopilado de algunas conversaciones (virtuales) con familia, amigos y conocidos.

Estar en casa ha sido clave, pero es fundamental hacerlo esta semana, sobre todo porque las autoridades de México han advertido que es en estos días cuando se registrará el pico epidemiológico por COVID-19. 

Para detener los contagios es de suma importancia cuidarnos y evitar salir, sin embargo no es fácil para la mente. 

“Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos”.

Buda

Confinamiento y cerebro

La interacción con otros es parte de nuestra naturaleza. El socializar, estar en contacto con la gente, abrazarla o conversar, es fundamental. Nuestro cerebro está diseñado para eso. 

Y es lo que, sin duda, muchos extrañamos en este momento. Es normal sentir nostalgia por nuestra gente, nuestro trabajo, por estar afuera, sin embargo, si dejamos que los pensamientos negativos nos dominen, nos llenen de angustia, ansiedad y estrés, podríamos abrirle la puerta a los problemas de salud. 

Según los científicos, existen evidencias de que el aislamiento social prolongado impacta de manera negativa al sistema nervioso y nuestro comportamiento. Además, puede desencadenar enfermedades psiquiátricas como la esquizofrenia, la depresión o la ansiedad. 

Una recopilación de diversos estudios, publicada por la revista The Lancet, reveló las consecuencias mentales producto del confinamiento. 

“Nuestro cerebro no está preparado para vivir en entornos de completo aislamiento”, afirma la psicóloga de la Universidad de Valencia, Valeria Sabater. 

La experta en inteligencia emocional señala algunas de esas consecuencias. 

Falta de orientación: tras varios días de encierro, la persona puede presentar problemas para identificar qué día es. Esto se debe a que las rutinas se alargan y no varían.

Incertidumbre: la crisis por el COVID-19 ha generado incertidumbre en todo el mundo. El problema es que el cerebro no es compatible con este sentimiento, y más aún cuando en plena pandemia de nada hay certeza.

Insomnio: la ansiedad es un gran detonante del insomnio, según el Instituto Europeo del Sueño. 

Sobrecarga mental: generada por el miedo.

Sensación de irrealidad: según la experta, el cerebro crea la sensación de que ha pasado más tiempo del real desde que estuvimos en contacto con el exterior.

Por otro lado, hay quienes estiman que después de la pandemia la gente podría presentar cambios en su comportamiento. 

“Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos”.

Buda

…y después del confinamiento

Algunos psicólogos afirman que el cambio de vida que estamos experimentando, pasar del acelere cotidiando al aislamiento y luego regresar al exterior, generará un impacto sobre la salud mental. 

“Un confinamiento prolongado de más de diez días trae cambios emocionales y de comportamiento», indica un informe del Consejo consultivo de la Licenciatura en Psicología de la Universidad Argentina de la Empresa. 

Asimismo, indican que después del confinamiento podrían presentarse episodios de ansiedad y estrés.

  «Puede alargarse en el tiempo o incluso permanecer enmascarados una temporada y salir a la luz meses después.En cuanto a la salud emocional no hay nunca tiempos establecidos, cada uno procesa las vivencias a su ritmo en función de sus propias circunstancias y características personales», señala la psicóloga Aída María Rubio.

Es normal que en estos momentos de emergencia sintamos la protección de casa. Tenemos la certeza de que al estar encerrados y con las debidas medidas sanitarias nos mantenemos lejos de la enfermedad. 

Sin embargo, los expertos advierten de otro problema que podría detonarse tras la cuarentena: la fobia a los espacios públicos. 

Destacan que ese temor podría desarrollar trastornos compulsivos como 

endurecer los rituales de limpieza de la casa por temor al contagio, el lavado compulsivo de manos, etc. 

«Ahora, en cierta medida, el miedo puede ser adaptativo para no llevar a cabo conductas irresponsables que nos expongan a un contagio (…) la vuelta a la realidad nos conllevará a reaprender a vivir de nuevo con las circunstancias y el ritmo que en ese momento nos encontremos, y nos llevará un tiempo», agrega la psicóloga. 

Considero que, además de combatir la pandemia, el reto al que nos enfrentamos es el de calmar y silenciar la mente. ¿Para qué? Para no caer en pánico hoy y que nuestro vida en el exterior sea mejor a la que teníamos.

“Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos”.

Buda

El poder del yoga

Una de las recomendaciones para pasar el confinamiento es el ejercicio. Intenta con el yoga. Esta disciplina te ayuda a controlar y silenciar la mente. El resultado: tener conciencia de tus emociones para tener bienestar. 

Con el yoga podrás: 

  • Disminuir los nieles de estrés y ansiedad,
  • Reducir la angustia,
  • Evitar los estados depresivos,
  • Te ayuda a controlar la mente, 
  • Podrás manejar los pensamientos negativos,
  • Incrementa el autoestima,
  • Aumentar la energía.

En internet encontrarás clases de yoga de todos los niveles. Verás que con la práctica y constancia mejorará tu bienestar físico y emocional. Ten en cuenta que las paredes tú las pones, libera tu mente y deja que tus pensamientos vibren en amor.

Namasté.

Redacción / Con información de eluniverso.com, lavanguardia.com, mujerhoy.com / 

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