20 de enero, el ‘blue monday’
Según una fórmula matemática desarrollada por el psicólogo británico Cliff Arnall, el tercer lunes de cada año es el día más triste o ‘blue monday’ (en inglés).
Para llegar a esa conclusión, utilizó factores que supuestamente afectan el estado de ánimo de las personas, como: las deudas de Navidad, el regreso a la rutina tras las vacaciones, no haber empezado con los propósitos de Año Nuevo y, por si fuera poco, ser inicio de semana.
Es así que en 2005 surgió el término cuando una agencia de viajes lo utilizó en una estrategia publicitaria. Buscaba responder una pregunta: ¿cuál es el día más triste del año para las personas?
En respuesta usó la fórmula matemática de Arnall: el ‘blue monday’.
Hoy en día la agencia ya no existe, pero el día más triste del año sigue vigente. Incluso, este 20 de enero fue tendencia y hasta algunos portales publicaron consejos para combatir la tristeza.
Entre ellos:
-Escuchar música,
-Rodearse de gente querida,
-Hacer deporte,
-Dormir bien,
-Buscar un hooby,
-Bañarse para cargar energía,
-Darse un masaje,
-Comer chocolate, mariscos, queso, entre otros.
Sin embargo, el especialista de la UNAM, Ricardo Trujillo, afirma que el ‘blue monday’ no tiene fundamento científico, pues el ánimo de las personas no se constituye de eventos únicos.
“Sería como creer que el 31 de diciembre nos influye para repensar nuestra vida o que el 14 de febrero nos hace más románticos”.
Por su parte, el académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, Hugo Sánchez, indicó que los seres humanos experimentan tristeza y ansiedad todo el tiempo.
“¿Podríamos inventar el día más feliz del año y preparar a la gente para eso? No, porque las condiciones para que alguien lo sea dependen de los eventos que le suceden; entonces, si el tercer lunes de enero consigues trabajo, vas a estar contento”.
Sea real o no, lo cierto es que el lunes es uno de los días más estresante de la semana, y esto se debe al cambio tan brusco de ánimo entre el relajante domingo y el lunes. Sin embargo, a diferencia de otros lunes, este fue sucedido por un martes muy especial: 21 de enero, Día Internacional del Abrazo.
Del día más triste, a los abrazos
La fecha fue creada por Kevin Zaborney, un estadounidense preocupado por las pocas muestras de afecto que realiza la gente en público, incluso con su familia.
Por ello, creó una festividad que sirviera de excusa para que todos dieran y recibieran abrazos: el Día Internacional del Abrazo. La primera vez que se celebró fue en Michigan, en 1986. Después se popularizó en todo Estados Unidos.
Pero la idea de dar abrazos no se ha limitado a una fecha, pues desde 2004 ha cobrado fuerza el movimiento ‘Regalar Abrazos’, que nació en Sydney, Australia.
Surgió luego de que un joven que regresó a su ciudad natal tras vivir un tiempo en Londres, fue casi ignorado por su familia. Nadie lo recibió. Invadido por la tristeza y necesitado de una sonrisa, hizo un cartel en el que puse la frase ‘Abrazos gratis’. Fue así que la gente empezó a detenerse y mostrarle afecto. Este gesto después se convirtió en un movimiento que hoy en día ayuda a las personas a sentirse mejor.
Beneficios de los abrazos
Un estudio de la Universidad de Duke, Estados Unidos, afirma que las personas necesitamos abrazos y caricias desde el nacimiento, pues ello contribuye al desarrollo de las neuronas.
Asimismo, diversos análisis indican que gracias a los abrazos se reducen y previenen enfermedades físicas y emocionales.
Según los expertos, en los abrazos encontramos beneficios como:
– Reducir el estrés y ansiedad,
– Disminuye la presión arterial,
– Mejora el sistema inmunitario,
– Brinda beneficios cardiovasculares,
– Reduce el riesgo de padecer demencia,
– Mejora el estado de ánimo,
– Rejuvenece el cuerpo,
– Relaja los músculos,
– Da confianza y seguridad,
– Eleva la autoestima.
“Al abrazar, nuestro organismo libera sustancias tales como la oxitocina, conocida como la hormona del apego y el afecto; las endorfinas, que favorecen la sensación de bienestar; la DHEA u hormona de la juventud; y la somatotropina u hormona del crecimiento; entre otras”, explicó en entrevista para EFE Lía Barbery, terapeuta uruguaya.
“¡Es un regalo ecológicamente natural!”.
Y para un buen abrazo, yoga
El yoga es una disciplina que te enseña a conectar mente y cuerpo con el aquí y ahora, es decir, a estar presente en conciencia y armonía. Asimismo, te lleva a entender que un abrazo fugaz, pasajero o rígido, no genera comunicación con la otra persona.
En cambio, un abrazo que nace desde la humildad y la conciencia, es un gran acto de generosidad y amor.
¿Por qué no regalar este gesto sanador, reconfortante y lleno de energía positiva? Quizá no lo sepas, pero podrías cambiarle el día a alguien que lo necesita.
Lo más importante es que para dar abrazos no necesitamos que sea 21 de enero. Son gratis y están disponibles para aquel que quiera recirlo.
En este video de YouTube encontrarás una clase enfocada en la respiración y movimientos lentos, que te harán sentir como si acabaras de recibir un abrazo.
Namasté.
Redacción / Con información de Milenio, ngenespanol.com, efesalud.com / Video: YouTube / Bad Yogi Yoga