RESPIRando: Meditar corriendo o correr meditando; ¿te animas?

MUNDO.- Conozco a muchos que juran y perjuran que correr es una adicción. Dicen que después de haber adquirido el hábito se convirtió en parte de su vida y que difícilmente lo dejarán porque les hace sentir libres, fuertes, seguros y, por supuesto, saludables.

 

También conozco a quienes dicen que en la meditación han encontrado una manera de equilibrar su interior con el exterior, a través de la conexión entre la mente y el cuerpo, desde la humildad, la seguridad, la fuerza y el bienestar. Por lo tanto, dicen, es su “vicio”.

Y cada quien, por su lado, tiene razón, pues hay estudios que demuestran que tras la práctica de cualquiera de estas disciplinas se mejora el estado de ánimo, la salud, confianza, se elimina el estrés, la ansiedad y se obtienen grandes beneficios personales y con los demás.

Si son varios los beneficios que se pueden encontrar en el correr y meditar, ¿por qué no unirlas en una práctica?

Aunque hay quienes consideran que empatarlas es una labor complicada porque, señalan, una es sedentaria y la otra es lo contrario, la realidad es que la dos: necesitan disciplina, constancia y fuerza de voluntad.

 

Mindful running 

Aunque correr es una actividad mecánica, existe la posibilidad de hacerlo de manera más consciente. Justo a ello se le conoce como “mindful running” o “carrera consciente”, una práctica de la cual se pueden obtener múltiples beneficios.

Tan solo en 2016, un estudio publicado en la revista Translational Psychiatry reveló que combinar la meditación guiada con correr o pasear reduce los síntomas de la depresión hasta en un 40 por ciento.

Y quizá hay quienes piensen que el simple hecho de correr distrae a la mente con factores como personas, el ruido o temas como cuánto la velocidad, distancia recorrida, etc. Sin embargo, la “carrera consciente” significa estar presente durante el recorrido establecido.

“Simplemente es estar conectado de manera psicológica con tus movimientos y no distraerte”, afirma Chevy Rough, entrenador de meditación de la conciencia plena y rendimiento.

¿Cómo alcanzar la conciencia plena al correr?

Los expertos afirman que la conciencia plena puede alcanzarse corriendo gracias a la respiración y poniendo en práctica dos puntos clave: eludir las distracciones y presiones externas y escuchar al cuerpo.

Es común que al empezar a hacer ejercicio, se piensa en todos los pendientes: reuniones, citas, trabajo para mañana, familia, etc., es decir comenzamos bajo presión y estrés.

Por ello, los expertos sugieren que al practicar la “carrera consciente” primero demos espacio al enfriamiento. Recomiendan adoptar una posición de respiración formal (con la espalda contra la pared o boca arriba en el suelo) y concentrarse en la respiración.

“Hago que mis clientes piensen en la respiración profunda hasta el fondo de los pulmones, involucrando por completo al diafragma. No tiene que ser demasiado complejo, sólo se trata de ralentizar la respiración, y cada vez que tu mente se distraiga, haz que vuelva respirando lentamente. Cuando empieces a sentir la sensación de tranquilidad, significa que los compuestos químicos de tu cuerpo están moviendo tu engranaje interno”, indica Charles Oxley, otro entrenador de meditación de la conciencia plena y de rendimiento.

Después, podemos iniciar con el “mindful running”.

¿Pero cómo lograrlo? Los expertos recomiendan:

  • Empieza a estar presente desde antes de salir a correr. Presta atención a tu cuerpo y a cómo te sientes mientras te vistes y te preparas para correr, cada día es diferente.
  • Hazlo fácil. Si te gusta escuchar música mientras corres, lleva contigo de tu preferencia. Empieza planteándote un objetivo que puedas conseguir: por ejemplo escuchar música los 10 primeros minutos y poner toda tu atención en la respiración los 5 minutos siguientes, o durante un kilómetro o lo que tardes en contar hasta 100.
  • Concéntrate en tu respiración. De la misma forma que cuando te sientas a meditar, al correr te puedes centrar en tu respiración. Cada vez que aparezca una distracción, la saludas y la despides para poder volver a concentrarte. Estar presente es tu objetivo.
  • Céntrate en tu cuerpo. La meditación se puede centrar también en las sensaciones que experimentas en tu cuerpo: ¿cómo responden hoy tus músculos? ¿cómo están tus brazos? ¿tus hombros? ¿tus piernas? Se ha demostrado que este tipo de meditación te ayuda a prevenir lesiones graves ya que podrás detectar molestias leves antes de que sea demasiado tarde.
  • Presta atención al entorno: Puedes poner tu atención en el camino y el entorno que vas atravesando. Cada vez que pases por el mismo lugar, intenta descubrir algo nuevo, algo en lo que no te habías fijado y que forma parte de tu entorno, abre tu atención y sintoniza con tu curiosidad. Conseguirás sorprenderte y renovar tu motivación por la carrera.
  • Observa lo que sucede dentro de tu cabeza: Seguro que te has dado cuenta de que estás constantemente hablando contigo mismo. Presta atención a ese diálogo interior: ¿cómo te estás tratando hoy? ¿estás siendo muy exigente contigo mismo? ¿te sientes confiado? Aprende a cuidarte tratándote con respeto y cariño.
  • Si eres un corredor tendrás ventaja al empezar a meditar. Eres constante y disciplinado, estás acostumbrado a luchar contra el aburrimiento y a la fatiga, a afrontar y superar distintos tipos de adversidades. La misma constancia que has necesitado para estar en forma, la necesitarás para mantener tu atención centrada. No pretendas estar presente al 100 por ciento durante todo tu entrenamiento. La atención es también un músculo que hay que entrenar y seguramente de los más difíciles. Intenta mantenerte centrado por espacio de 1 minuto y ve ampliando el tiempo progresivamente.
  • Aceptar y no juzgar, también forman parte del aprendizaje de la meditación. Cuando te sientas cansado, acepta tu cansancio, dale espacio, dale la bienvenida y repite dentro de tu cabeza: “esto también pasará“. Lo mismo sucede con el dolor, forma parte de la vida y por supuesto también forma parte de tu vida como. Cuando aparezca en lugar de centrarte en hacer que desaparezca, respira tu dolor. Acéptalo también. Intenta vivir tu dolor como algo que no está separado de ti, que forma parte de ti y experimenta lo que te sucede.
  • La velocidad y la distancia no son importantes para tu meditación: Corras el rato que corras pon toda tu atención en lo que haces. Puedes fijar puntos del recorrido o minutos concretos en los que revisarás si estás totalmente presente en lo que haces o si estás dejando vagar tu mente. Ya sabes, siempre que notes que tu atención se dispersa, recupérala y vuelta a empezar.
  • Aprende a meditar mientras corres: Algunos corredores veteranos cuentan que con el tiempo han ido perdiendo la capacidad de disfrutar corriendo y han convertido los entrenamientos en una tarea más de las que tienen que cumplir antes de que acabe la jornada laboral e incluso en una fuente de estrés. Aprender a meditar mientras corres te puede ayudar a no llegar a este punto o a volver a sintonizar con el placer y la alegría de correr.¿Lo intentas?

    Si quieres aprender más sobre los beneficios de correr meditando o meditar corriendo, en este video de YouTube encontrarás datos interesantes.

 


 

Namasté. 

 

 

Redacción / Con información de Meditación y yoga / Video: YouTube / Intimind

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