El dolor que paraliza
“De repente empezó un día. Me empezaron a doler las manos, los hombros y los pies. Es un dolor muy fuerte que no te puedes mover. Te deja paralizada”.
Fue hace cinco años cuando Felícitas Casimiro notó que había días que su cuerpo no reaccionaba de manera normal.
“No entendía por qué. El dolor empezó de repente, a veces en todo el cuerpo. No podía agarrar nada. No podía agarrar un vaso, una taza se me caía”.
Empleada doméstica, de 40 años, casada y con dos hijos, cuenta que en su hogar todos aportan económicamente. Motivo por el cual, pese a los intensos dolores, no ha dejado de trabajar.
“Cuando iba a mi otro trabajo no podía mover el cuello, el brazo, estaba bien fuerte el dolor, pero así iba a trabajar. ¡Ay! No sé como le hacía, pero sí tenía que ir”.
Feli pasó un año con remedios caseros para reducir los dolores: desde el té hasta pastillas que le recomendaban.
“Sin tratamiento duré mucho tiempo porque no sabía qué era. (…) Después ya fui al médico, ahora voy con una reumatóloga. Me dijo que es artritis reumatoide”.
Ellas, quienes más lo padecen
Felícitas forma parte de los dos millones de adultos que sufren artritis reumatoide (AR) en México; enfermedad que afecta tres veces más a las mujeres que a los hombres.
Los expertos indican que suele comenzar en la edad mediana, pero es más común entre los adultos mayores. No obstante, se estima que en nuestro país hay al menos seis mil niños con este padecimiento.
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica, de naturaleza autoinmune, es decir, que es el resultado de un ataque del sistema inmunitario a los propios tejidos.
Causa dolor, inflamación o dificultad de movimiento, pero la rigidez articular matutina (sobre todo en las articulaciones de manos y pies) que se presenta luego del reposo nocturno es el síntoma más frecuente.
Otros síntomas son:
- Cansancio,
- Sensación de malestar,
- Fiebre ligera,
- Inapetencia,
- Pérdida de peso.
Asimismo, la enfermedad puede tener manifestaciones extraarticulares en:
- En la piel,
- Vasos sanguíneos,
- El corazón,
- Los ojos,
- La sangre.
En fases avanzadas, puede generar importantes limitaciones físicas y un marcado deterioro de la calidad de vida.
“En las mañanas no me podía levantar, no podía caminar. Mi esposo me comprende cuando estoy mal, me dice ‘no vayas a trabajar’, pero tengo que seguir trabajando”, afirma Feli.
¿Qué genera la AR?
Aunque las causas de la artritis reumatoide no están del todo definidas, algunos médicos indican que los genes, el medio ambiente y las hormonas podrían tener un rol importante.
“Dice la doctora que es hereditario, pero mi familia no tiene. Dice que a lo mejor no me cuidé de chica, de que no tomas leche cuando estás chiquita o calcio. Casi no tomaba leche porque éramos 10 hermanos”, dijo Felícitas.
Lamentablemente no existe un tratamiento para curar esta enfermedad, pero el tratamiento que incluye medicamentos, cambios en el estilo de vida y diversos ejercicios, puede mantenerla bajo control. En algunos casos, el paciente puede ser sometido a una cirugía.
“Me siento más o menos. Llevo mejor como un año. Como un 50 por ciento he mejorado. Ya no me dan los dolores que antes. Ya puedo ir a trabajar, estar bien en mi casa. Tengo que hacer movimientos y tomar medicamentos”.
Pero sin duda, los mejores resultados se logran cuando hay un diagnóstico precoz y se establece el tratamiento en las fases iniciales.
AR y su realidad en México
Pese al tratamiento, la reumatóloga Fedra Irazoque afirma que son pocos los pacientes que tienen los recursos económicos para acceder a los medicamentos.
Indica que muchos, hasta el 50 por ciento, abandonan el tratamiento por hartazgo, falta de dinero o desinformación, lo que provoca que la enfermedad avance y genere deformaciones incapacitantes.
Sin embargo, existe otro método que es natural y que puede mejorar la calidad de vida del paciente.
Reduce los efectos de la AR con yoga
Estudios recientes sobre los efectos del yoga en enfermedades que afectan a las articulaciones han arrojado resultados prometedores con mejoras en la salud articular, el funcionamiento físico, así como en el bienestar mental y emocional.
En entrevista para La Vanguardia, el Dr. Enrique Galindo, director médico del Instituto Madrileño de Traumatología, advirtió que la artritis reumatoide produce deformidades múltiples en las articulaciones con el paso del tiempo.
“El yoga mejora los síntomas, el dolor, la percepción y la calidad de vida de estos pacientes”.
Asimismo, un estudio liderado por la Universidad John Hopkins de Medicina en Estados Unidos reveló que el yoga podría ser una forma segura y efectiva de paliar los afectos de la enfermedad.
Indicó que tras estudiar a 75 pacientes, quienes practicaron esta disciplina durante ocho semanas mejoraron su salud física en un 20 por ciento.
“Es razonable que este estudio sobre yoga haya dado buenos resultados, porque produce relajación muscular y articular, de manera que es una actividad física recomendable porque no obliga al paciente a soportar peso y cargo, que es lo que le provoca el dolor y malestar”, indicó el Dr. Galindo.
Otro estudio, encabezado por la Dra. Janice Kiecolt-Glaser de la Universidad de Ohio, sugirió que practicar yoga puede disminuir la inflamación en otras partes del cuerpo, la cual no solo es responsable de la AR, sino de padecimientos cardíacos y la diabetes tipo 2 (la forma más común).
“El primer efecto del yoga para el hombre occidental es casi siempre un bienestar físico. El cuerpo va cogiendo fuerza y elasticidad, realineándose a nivel postural, empieza a sanarse de los dolores del aparato musculoesquelético”, explicó a La Vanguardia el fisioterapeuta y profesor de yoga.
“Algunos pacientes están muy afectados desde el punto de vista psicológico, de ahí que la práctica del yoga sea muy recomendable porque mejora su vida social y calidad de vida”, agregó el Dr. Galindo.
Si padeces artritis reumatoide y quieres aliviar el dolor, en este video de YouTube encontrarás una secuencia con ejercicios que te ayudarán.
Namasté.
Redacción / Información: La Vanguardia / Video: YouTube / Marina Montiel Yoga